Opción 34, Abril 1986.
para Claudia
Sólo capas idénticas de ciudad
separan el crepúsculo
y
mi ventana
al centro del cuarto la luz de una vela
nos inunda
el aroma imaginario del copal
porque nada existe
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tinta obscura tinta
sobre papel
negras gotas de noche
van llenando
mi alma abierta
de la pluma nacen
mil imágenes
mil reflejos
infinitos ecos infinitos
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la tela de algodón que cubre al cielo
como un camino
como luz de la luna servida en un vaso
puedo leer tu piel
y la punta de tus senos
esa flor de madera
se ha convertido en roca
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silencio
miedo
la gran mazorca se desgrana
el tiempo
no encuentra su sitio
gira
alrededor del fuego
sufre
la palomilla
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entre dos laderas el río
corre
hay
un remanso circular
y
profundo
dulce
como un panal abierto
ámbar mágico
envuelto en musgo negro para mí
tu sexo
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se extingue la luz de una vela
claridad artificial
forzada
en esta habitación que te carece
las palabras buscan
su nombre
formar te
nombrarte